¿Todavía seguís pensando que tu desempeño está supeditado a la capacidad de tu compañero?Te pasas mitad de la noche mirándolo, a él, es el mejor. Sabes que bailar con él va a ser puro disfrute, Pero las horas pasan y él ni siquiera se ha percatado de ti. La milonga va llegando a su final, él ha bailado con todas menos contigo y tú has estado demasiado ocupada mirándolo, para aceptar otra invitación. ¿Cómo te sentís al volver a tu casa? No hace falta ni que te lo describa, vamos que hecha una piltrafa, es poco. Te quedas dándole mil vueltas a la cabeza. Y si en lugar de esperar que me mire, hubiera... El problema real es que estás convencida de que el único modo de disfrutar del baile es con alguien que te lleve bien. Al final, si él no es musical, si no es creativo, vamos si baila mal; vos estás forzada a seguir. Sabes que la vas a pasar mal, muy mal. Pero como sos buena seguidora, vas a seguir. Entonces claro, mejor volver a casa frustrada y sin bailar, que habiendo bailado como el reverendo... ya sabes. Y entonces claro, como no te vas a pasar la noche obsesionada con lograr que te invite, ese que baila bien. |
¿Y si te dijera que disfrutar del baile no está necesariamente condicionado a la capacidad de tu pareja? Hay algo que nadie se atreve a contarte sobre el rol femenino en el Tango y es que no siempre tiene que seguir, que puede y DEBE aportar. Una buena bailarina hace de un bailarín 4 un 7, y de un 7 un 10. Y disfruta, disfruta con todos porque ella es dueña de su baile. Sabe adaptarse a cada situación, encontrar sus espacios de expresión en cualquier circunstancia y como potenciar el baile de su pareja. |
Empecemos por derribar el mito más difundido sobre la danza del Tango. Todos hablan de conversación en el Tango, pero luego enseñan a monologar. Te lo han dicho y te lo has creído: La mujer tiene el rol de seguir. El vínculo de pareja así planteado reconoce un modelo de comunicación lineal y unidireccional que privilegia el habla sobre la escucha, descartando la idea de retroalimentación. El rol masculino acciona desde su propia visión y pretende que el rol femenino solo obedezca. Se quita a la mujer toda responsabilidad, se niega su autonomía y se anulan sus iniciativas. De este modo también se anula la persona. |
Pero el Tango en sus orígenes no se bailaba así. Resulta imposible pensar que esta danza fue creada con este modelo. También resulta suficiente mirar con atención las performances de bailarinas como Alejandra Mantinian, Noelia Hurtado y Gloria Dinzel para hacerse algunas preguntas. Este modelo, de hecho, implica bailar con figuras y frases hechas. El hombre que baila con una buena seguidora, difícilmente saldrá de su zona de confort. Bailará con las formas y figuras que conoce y domina con toda probabilidad. Es un rol femenino activo el que invita al hombre a explorar lo desconocido. Este salirnos de la zona de confort es lo que abre la posibilidad de que la improvisación aparezca. Y recordemos que la única verdad de este baile es la improvisación. |
La improvisación, por lo tanto, es posible, solo sobre la base de la paridad de roles, tanto en las posibilidades expresivas como en la asunción de las responsabilidades de la pareja en relación con la composición del discurso de la danza, la gestión del espacio y la relación con la música. La improvisación aparece cuando el movimiento es la conjunción de las dos voluntades. |
El objetivo principal del seminario es que asumas la responsabilidad de tu rol, de tu desempeño y disfrute, para que puedas construir parejas de baile maduras, paritarias y capaces de improvisar. Y como en la vida, también en el baile, para crear relaciones maduras necesitamos trabajar en tu autonomía, seguridad y autoestima. Ese trabajo de empoderamiento lo vamos a encarar desde el cuerpo. Si modifico mi modo de estar corporal, modifico mi sentir. Vamos a auto-observar sin juicio esos cambios. Y vamos a poner en duda todo lo que pensábamos hasta ahora, para abrirnos a un cambio de paradigma. |
En este seminario:
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Si te cuento esto es porque yo lo he vivido. Llevaba toda una vida bailando en rol de sumisión. Volviendo de la milonga frustrada por no haber podido bailar en mi pleno potencial. Sintiendo que no tenía el control de mi destino. De sufrir en algún modo el baile en lugar de ser un creador activo. Fuera positiva o negativa, la experiencia no dependía de mí. Me encontraba a mí misma mirando desesperada al hombre más hábil. Y eso me hacía sentir insegura, necesitada. Yo, que siempre me había considerado una mujer independiente.
También bailaba con miedo y cuestionándome si era una buena seguidora. Y sintiendo que no encontraba lugar para expresarme. Me sentía insegura y veía mi rol como inferior respecto al de mi compañero, del que dependía completamente la creación de la danza. Entonces lo conocí a él, mi gurú. Rodolfo Dinzel. Cacho, mi amado Cacho. Y recibí la lección más grande que nadie me había dado hasta ese momento. “Bailas muy lindo, pero estás muy al servicio del hombre. Quiero verte a vos”. Frase que me repitió varias veces, “quiero verte”, “quiero verte”... “Quiero verte”. Sumada a otras como “Sos muy obediente vos”, “Todo muy lindo, pero vos, ¿no tenés nada que decir? Quiero verte a vos.” En ese momento no tenía ni idea de cómo hacerlo, pero yo también quería que él me viera. |
Este seminario es el resultado de más de una década de estudio e investigación sobre el rol femenino activo en el Tango argentino.
Toma el Sistema Dinzel como fundamento pedagógico e integra las perspectivas de otras grandes maestras con las que tuve el privilegio de estudiar: Olga Besio, Alejandra Mantinan y Noelia Hurtado. A esto se suma mi personal experiencia de transitar mi propia transformación desde un rol sumiso a un rol activo amable, sereno y consolidado. |
Cuerpo
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MusicalidadPartimos de un enfoque intuitivo que reconoce el tiempo fuerte como simples líneas del cuaderno en el que escribir nuestra interpretación musical. La música propone diferentes estímulos, reconocerlos e interpretarlos, es clave para justificar musicalmente nuestra iniciativa. Una iniciativa musicalmente justificada tiene más posibilidades de ser escuchada y aceptada. Pues ya no eres tú sola la que habla. Son dos voces hablando al unísono. Luego distinguiremos las diferencias técnicas para interpretar lo rítmico y lo melódico. |
ExpresiónExploraremos herramientas y técnicas para desarrollar habilidades de expresión en el lenguaje Tango. Nos haremos preguntas sobre las emociones. Verificaremos como la emoción altera la calidad del movimiento. Y finalmente, pensaremos como gestionar eficientemente las emociones que luchan por salir. |
Propuesta desde
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También recibirás un cuaderno de reflexión que te acompañará durante el seminario. En él podrás, a través de preguntas poderosas, ir anotando tus reflexiones. También te servirá para notar como cambia tu modo de pensarte y percibirte a lo largo de la experiencia. He incluido este cuaderno porque estoy convencida de que el ejercicio de la escritura desarrolla el pensamiento crítico y el autoconocimiento, indispensables para enfrentar, después del seminario, contextos en los que se cuestiona el rol femenino activo. |
Vamos por parte. Primero déjame aclararte que esta propuesta no tiene nada de alternativa. Estamos siempre dentro de los límites estéticos del tango danza tradicional. La confirmación, la tuve bailando en el Salón Canning con un señor de unos 80 años. Cuando terminamos el primer tango me dice: “¡Waw, qué lindo! Es como volver a bailar con mi mujer. Las chicas de ahora están esperando que uno haga todo y yo me canso. Ya estoy viejito, viste.” |
Sí. Es normal. Salir de la zona de confort puede ser muy retador para algunos. Podrían incluso ponerse a la defensiva. Asustarse. Atacarte. Sobre todo al inicio, cuando aún no dominas este uso del lenguaje. Pero recuerda, que es responsabilidad de rol femenino, sacar al hombre de su hacer aprendido y rutinario, abrir las puertas a lo desconocido, para que nazca la improvisación. En este seminario, te voy a dar las claves para que tu propuesta sea aceptada como natural, sin forzar. Pero no puedo mentirte, esto es solo el principio. |
Cuando una mujer decide de salir de su zona de confort, para cambiar de un rol pasivo y sometido a uno activo y con voz propia, va a cometer muchos errores. Los errores son parte de todo proceso de aprendizaje. Para saber qué, cómo y cuando proponer tendrás que hacer miles de pruebas, ensayos y tentativos. En esta fase inicial es probable que tu baile genere alguna incomodidad. Todo es nuevo para vos, otra vez, como cuando fuiste principiante. Gestionar la pista, emitir código de comunicación, interpretar la música. Dejarse llevar es, sin dudas, mucho más fácil. |
Pero, si estás leyendo esto, sabes dentro de ti que ese “dejarse llevar” te queda chico. Confía en el proceso, ten paciencia con vos misma, sigue probando y equivocándote. Llegará un día en que esa reacción, esa sorpresa de él ante tu inesperada propuesta, es profundo respeto y escucha. |
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Deseo que esta forma de vivir el Tango sea accesible a la mayor cantidad posible de mujeres, y que el número de mujeres que transiten este camino de transformación hacia su propia libertad expresiva en la danza del Tango aumente drásticamente.
Este proceso implica un trabajo interno de empoderamiento, que favorece al desarrollo de una sociedad en la que hombres y mujeres puedan compartir desde la paridad, complicidad y apoyo recíproco. Además, es ahora que las mujeres dejemos de mirarnos como enemigas y reconozcamos que la hermandad entre mujeres nos fortalece y nos ayuda a brillar. Y, yo estoy aquí para eso, mi objetivo es que brilles en todo tu potencial. En definitiva, el verdadero propósito del seminario va mucho más allá de la danza del Tango, y es traer luz, gratitud y amor femenino al mundo. Por eso me emociona, que te unas a esta revolución. |
Ediciones pasadas:
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