Tango Venice experience

Imagina que te tomas tres días de tu vida, lo dejas todo atrás, y te embarcas,
atraviesas los canales de una de las ciudades más bellas del mundo, para desembarcar en la isla que da al mar,
y encuentras un "amparo", un refugio, para verte
y sumergirte en la dimensión espiritual del Tango argentino

TANGO VENICE EXPERIENCE

Retiro individual

Para solos, solas o parejas

quiero reservar mi experiencia

El Tango es una puerta y es también un espejo

La mayoría de las personas que bailan Tango han sentido, o percibido en otros, un profundo estado de conexión con el ser.

Esta experiencia viene descrita, una y otra vez, por bailarines de todas las generaciones y niveles de experiencia, con unas u otras palabras. Así lo hace, Manuela Bragagnolo:

"Entre las diversas cosas que me conmueven durante y después de cada lección con Amparo es que la percepción y las sensaciones desde y hacia el mundo se expanden.

El tiempo cobra otro valor. Vivo cada momento. Presente, con toda la atención de la que soy capaz, para sentir cada vibración del aire, de la música, en mí y en el otro. Hay momentos en que los cuerpos se entienden, y dicen al mismo tiempo, como por arte de magia, algo parecido a la misma palabra. Y me siento inmensamente agradecida.

Me encuentro a mí misma. Una identidad que encuentro y puedo expresar, diría. Incluso identidades que descubro, que no sabía que tenía".

"En clase con Amparo el espacio-tiempo se anula, y todo se convierte en sentir tu cuerpo conectado al otro para crear un movimiento único," confirma Diego Carlesso.

A la búsqueda de ese estado de quietud, bienestar, apertura y plenitud emocionada es que recorres kilómetros para llegar a la milonga que te gusta, a la clase del Maestro que eliges y puede que incluso sea el motivo por el que bailas Tango en primer lugar.

Y te digo más, este es el motivo por el que estás leyendo esto ahora mismo.

¿Por qué ocurre esto?
¿Por qué la práctica del Tango abre una puerta a una dimensión espiritual?

Porque aunque no sea una práctica milenaria, sus vínculos con el universo son más antiguos de los seres humanos que lo moldearon. Su práctica desnuda la esencia del ser, desenmascara nuestros egos y nos acomuna en un juego creativo, de equilibrios y libertad.

La idea del abrazo, de abrazar y ser abrazados, responde a esa necesidad tan humana y primordial de ser acogidos en un espacio seguro, de mutua cura y aceptación. A lo que se suma, esa invitación constante a tomar conciencia de uno mismo, del otro y de los otros, del tiempo y del espacio. Nos ofrece, además, un recordatorio contaste para sostener el equilibrio, la conciencia y la quietud. Una quietud que va más allá de quedarse quieto.

Y muchas veces, nos desafía enfrentándonos a nuestro ego, invitándonos a quitarnos las armaduras porque se vuelven obvias, a dejarnos aparecer tal y como somos. Y en este sentido, el Tango también es un espejo, donde podemos vernos, autoconocernos y darnos cuenta de como somos y como nos relacionamos con los demás.

Porque sostener el equilibrio, la conciencia y la quietud en soledad es un camino posible y tal vez más fácil.
Bailamos Tango porque el verdadero desafío es hacerlo en un espacio de libertad compartida.

Todo esto que acabo de contarte puede sonar utópico, pero se revela en tu cuerpo a través de la experiencia directa, una y otra vez. Claro que no siempre, y allí está el problema...

Como todo instrumento, se puede usar con o sin conciencia

El tango se encuentra en su juventud histórica y en plena evolución. Durante ese proceso natural y vivo, su esencia y pureza primordial se ve contaminada y atravesada por el devenir histórico y cultural en el que transita. A veces en tal grado, que pierde claridad en su definición filosófica. Como no solemos trabajar en una comprensión profunda, tampoco sabemos distinguir la buena de la mala información. Entonces, los conceptos se confunden o no son congruentes con lo que efectivamente nos sucede en la práctica del baile.

Entonces, el Tango pierde de sentido para nosotros, y:

lo ejecutamos de modo mecánico y sin conciencia
el cuerpo se nos llena de ruido
la inquilina de la mente nos arrastra en su vorágine discursiva.
nos quejamos descargando la responsabilidad en lo de afuera, o nos sentimos inadecuados
nuestra creatividad se empobrece
y lo que es más triste perdemos completamente la motivación de ir a bailar, seguir aprendiendo y profundizando.

En algún punto es como si perdiera de contenido y densidad, dejando solo una apariencia externa. Apariencia en la que se ha trabajado mucho en las últimas décadas para responder a fines de comercialización, estandarización y de competición.

Y si bien, gracias a ello se ha evolucionado en la sofisticación de una técnica de movimiento muy precisa, exhaustiva y eficiente, también a veces decantan en un baile efectista, pero carente de toda inspiración.

Al mismo tiempo,

cuando trabajamos en una evolución técnica consciente
una técnica que incluye una amplia gama de aspectos, más allá de la mera ejecución mecánica de movimientos,
cuando lo hacemos desde la presencia y en sintonía con su esencia primordial,

el Tango puede ser un instrumento de transformación para el ser humano y la sociedad.

¿Por qué entonces un retiro individual para trabajar una danza social?

Encontrar la quietud y sostener la presencia en una clase grupal o en una milonga puede ser difícil. Porque, en principio, nos enfrentamos a un exceso de estímulos. Y luego,

a veces nos relacionamos con bailarines con menos experiencia,
otras con cuerpos que resultan muy toscos o menos conscientes,
con algunos corazones acorazados
o con mentes perturbadas,
y a veces, con armaduras pesadas e impenetrables.

Para responder centrados a este tipo de estímulos se requiere el nivel Máster.

Si todavía no dominamos la disciplina, no somos autónomos, dependemos de circunstancias fuera de nuestro control para abrir esa puerta a su dimensión espiritual. Algunos ejemplos de esas circunstancias de las que no tenemos control alguno, pero que cuando las estrellas se alinean nos regalan momentos de profunda conexión con el ser, pueden ser:

una pareja con más experiencia
una pista ordenada
una pieza musical que particularmente nos inspira

Quiero que te imagines a ti mismo como un instrumento musical. Todos los instrumentos musicales sufren un proceso de des-afinación. Tanto sí se usan como si no. Si el músico es experimentado, el proceso de des-afinación es más lento, y en algunos casos hasta el mismo músico es capaz de volver a afinar su instrumento musical. Otras, veces, necesitamos llevarlo a un afinador profesional. Con los bailarines de Tango pasa lo mismo.

Puedes pensar en mí y en esta experiencia
como ese afinador

Cuando conocí a mis maestros, Los Dinzel, aproveché cada viaje a mi ciudad natal para estar en su estudio todos los días, todo el día. Además de los aprendizajes trasmitidos por los maestros, allí tenía la posibilidad de bailar por horas con cuerpos más experimentados. Cuando regresaba a Italia me sentía con el cuerpo, la mente y el espíritu totalmente afinados.

Poco a poco notaba como iba perdiendo esa cualidad, sea por el paso del tiempo que por la cantidad de abrazos desafinados me tocaba sufrir.

Pero cada año que pasaba la afinación me duraba más, hasta que en algún momento, aprendí a afinarme sola. Y más tarde aprendí a afinar a lo demás.

María Grazia, lo explica con otra metáfora:
Volví porque se me acabó la nafta

_ ¿Por qué estás acá Maria Grazia? ¿Qué te llevó a venir de Milán para un nuevo Tango Venice Experience?
_ Volví porque se me acabó la nafta.
Me respondió de inmediato y sin dudar.
_ ¿Qué es esa nafta? Le pregunté yo.
Esta vez necesitó unos momentos de silencio para responder...

_ Seguridad en mí misma, apertura y densidad...

Siguió pensando con la mirada perdida, y luego me miró sonriendo,
_ ahuyentamos varios fantasmas la vez pasada.

Que te espera:

Aquí todo parece trascurrir más lento...

Un escenario que invita a reencontrarse con el propio ritmo y a saborear el placer de sorprenderse ante su sincera belleza.

Entre la laguna di Venecia y el mar Adriático hay una isla, un oasis de naturaleza y paz (lejos de los flujos turísticos masivos), con atardeceres asombrosos y vistas de Venecia privilegiadas.

El mar, zonas verdes y oasis protegidos se funden con la atmósfera chic y relajada de sus “viali”, de las “ville liberty” y de los hoteles históricos.

Te abrimos la puerta de nuestro hogar...

En el corazón de esta isla hay una casa donde se respira Tango y mucho amor.
Un hogar lo suficientemente grande y acogedor como para poder ofrecerte:

• un espacio de total intimidad, que garantiza tu privacidad, para tu higiene y tu descanso,
• un estudio de Tango
• la magia de mi compañero, Sebastián, en la cocina para compartir sea placeres culinarios que conversaciones infinitas.

Tiempo de calidad y un espacio de trabajo
íntimo e intensivo...

Lo más destacado de Tango Venice Experience

Inspiración y conocimiento: Beneficiarás de mi guía para bailar el Tango desde la Presencia, la conexión profunda y la plena libertad interpretativa.

Compañía y soledad: Además del tiempo de trabajo, podremos compartir comidas, paseos y conversaciones, al mismo tiempo dispondrás de tiempo suficiente para reflexionar, descansar y pasear en soledad.
Serenidad: Absorberás la tranquila magnificencia de la laguna de Venecia y el mar.

quiero reservar mi experiencia

Programa Tango Venice Experience

T.V.E. es un programa dinámico y flexible, que podemos adaptar a tus específicas necesidades, por lo que toma este programa como una guía general para entender como funciona. Podemos hacerlo también en otros días de la semana y adaptar los horarios a tu conveniencia.

Ten en cuanta que si vienes en pareja, algunos de los espacios de clase serán compartidos y otros individuales.

Ejemplo horario individual

Viernes:

Entre 11:00 y 16:00 Acogida y recepción.
16:00 Conversación de apertura del trabajo.
16:45 – 18:15 Clase de Tango
19:00 cena de bienvenida

Sábado

09:00 – 10:30 Clase de Tango
17:00 – 18: 30 Clase de Tango

Nos pondremos de acuerdo, según tus planes, para compartir alguna de las comidas, paseo o aperitivo.

Domingo

9:00 – 10:30 Clase de Tango
10:30 – 11: 15 Conversación de cierre.
12:30 Almuerzo de despedida.

Contribución
TANGO VENICE EXPERIENCE
retiro individual
649,00 euros

Ejemplo horario parejas

Viernes:

Entre 11:00 y 16:00 Acogida y recepción.
16:00 Conversación de apertura del trabajo.
17:00 – 19:00 Clase de Tango en pareja
19:30 cena de bienvenida

Sábado

09:00 – 10:00 Clase de Tango individual
10:15 - 11:15 Clase de Tango individual
17:00 – 18: 30 Clase de Tango en pareja

Nos pondremos de acuerdo, según vuestros planes, para compartir alguna de las comidas, paseo o aperitivo.

Domingo

9:00 – 10:30 Clase de Tango en pareja
11:00 – 11:45 Conversación de cierre.
12:30 Almuerzo de despedida.

Contribución
TANGO VENICE EXPERIENCE
retiro en pareja
749,00 euros

Esto es lo que tienes que saber...

Abraza la posibilidad de un encuentro íntimo con tu cuerpo, tu alma y tu Tango y como Giovanni Padula date la posibilidad de:

“Poder ver, ojear, escrutar, cumbres o profundidades solo imaginadas, comprender su verdadera naturaleza, consistencia, dificultad... ver y comprender cuánto nos hemos alejado de la esencia del Tango, de su profundo secreto, de su íntima autenticidad.”

Como él, llévate...

“Una luz nueva que me diste, prestada, encendida para iluminar los pasos de mi Tango. La energía, el conocimiento de la experiencia que me has dado. La nueva mirada más profunda que me has revelado.

ERA EXACTAMENTE LO QUE QUERÍA, BUSCABA, DESEABA: SALIR DE LO CONOCIDO, DE LO SEGURO, que entonces era y es tan poco, mediocre, descuidado.”

Es probable que como él te despidas, diciéndome:

“¡Acabamos de empezar Amparo, tu trabajo conmigo! No hay día que no recuerde un fotograma de nuestro encuentro, de mi viaje (y vaya viaje), la sala, nuestras horas de clase, las charlas tan sinceras. Yo también te encontré, Amparo.”

¿Quién es Amparo Ferrari?

Para mí, explica Nur

"Amparo es mi guía y mi maestra. Mi guía me deja ser yo misma. Mi maestra me ve, me entiende, me da las herramientas y me libera. Cuando trabajamos juntas, Amparo siempre encuentra la manera de fusionar el tango con mi esencia. El tango y yo nos volvemos uno.

Estamos muy lejos la una de la otra. Solo es posible encontrarnos online o viajando. Nos conocimos hace tan solo un año y, sin embargo, hay mucho progreso, vínculo y mucho más por descubrir.

Ahora hay en mí un cambio progresivo. Creo que conocí a Amparo en el momento adecuado. El tango no sucede solo en un sentido físico. El tango sucede con el alma, la compasión, la comunicación, la conexión y, nuevamente, la compasión. Esto es lo más valioso, a lo que Amparo me ha ido guiando a ver. Yo estaba ciega y no era consciente del estado de mi enfoque. Estoy aprendiendo a ver a las personas y mientras bailo, estoy aprendiendo a descubrir el tango en las personas. Este es el tango que Amparo me ha dado y estoy agradecida por ello..."

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